Los kissi pennies fueron una moneda tradicional empleada por los pueblos Kissi, Loma y Bandi en las regiones fronterizas de Sierra Leona, Liberia y Guinea a finales del siglo XIX. Estas piezas, forjadas con hierro local, presentaban una forma única: un extremo terminaba en una espátula plana, conocida como niling (oreja), y el otro en una «T» afilada, con una longitud variable que determinaba su valor. Las denominaciones mayores se formaban retorciendo varias piezas o atándolas en fajos, generalmente de veinte unidades.
Esta moneda no solo facilitaba las transacciones comerciales diarias, sino que también estaba vinculada a bienes de gran importancia cultural, como vacas, novias y esclavos, especialmente a principios del siglo XX. Su uso era común en la vida cotidiana, pero también coexistió con monedas europeas introducidas durante el período colonial, como las británicas, francesas y estadounidenses. Aunque las potencias coloniales intentaron imponer sus sistemas monetarios, los kissi pennies mantuvieron su relevancia en áreas rurales debido a su arraigo cultural. Los franceses fueron los primeros en abolir su uso oficial en sus colonias, seguidos por los británicos en 1940, aunque en Liberia su uso persistió durante más tiempo, destacando su resistencia frente a la imposición externa.
Además de su función económica, los kissi pennies desempeñaban un papel central en rituales y ceremonias tradicionales. Por ejemplo, durante funerales o pactos comunitarios, estas varillas de hierro simbolizaban la conexión entre los vivos y los ancestros, reforzando su valor simbólico dentro de las comunidades. Su fabricación era realizada por herreros locales, llamados Zoe, quienes no solo eran artesanos, sino también figuras de gran prestigio social, ya que dotaban a estas piezas de un significado que iba más allá de lo material. Si alguna varilla se rompía accidentalmente solo el Zoe podía restaurar su valor mediante una ceremonia especial, lo que le otorgó el concepto metafórico de «dinero con alma».
En conjunto, los kissi pennies representan un testimonio de cómo las sociedades africanas integraban economía, cultura y espiritualidad en un solo objeto.