Gordiano III (238-244 D.C.) 240 D.C. Antoniniano

Gordiano III gobernó desde el 238 hasta el 244 d.C. Su ascenso al trono se dio en medio de una crisis sucesoria tras la muerte de su abuelo, Gordiano I, quien fue nombrado emperador en 238 d.C. por los latifundistas de África. Estos se enfrentaron al emperador Maximino el Tracio, quien les imponía altos tributos para financiar sus campañas militares.
Después de la muerte de Gordiano I y su sobrino Gordiano II en el mismo año, el Senado eligió a Gordiano III como césar cuando tenía tan solo 13 años. Tras la derrota y asesinato de Maximino el Tracio en su intento de tomar la ciudad de Aquileia en el 238 d.C., Pupieno y Balbino fueron aclamados emperadores en Roma pero la rivalidad entre estos provocó la sublevación de la guardia pretoriana, que finalmente los capturó y asesinó después de gobernar solo 99 días. En este caos, los soldados promovieron a Gordiano III como emperador. Sin embargo, su gobierno fue influenciado en gran medida por los prefectos del pretorio, Timesiteo y Filipo, quienes provenían del ordo ecuestre. Gordiano III se casó con la hija de Timesiteo, Furia Sabina Tranquilina.
Durante su gobierno, el ejército romano experimentó un aumento en la barbarización, con reclutas de estados federados que fortalecieron la caballería romana. En el frente militar, después de controlar la situación en el Danubio, se enfrentaron a los persas bajo el liderazgo de Sapor I. Aunque inicialmente obtuvieron victorias, la muerte de Timesiteo en el 243 d.C. marcó un cambio en su fortuna. Finalmente, en la batalla del Éufrates en el 244 d.C., los romanos fueron derrotados.
El descontento entre las tropas facilitó que el prefecto del pretorio, Filipo, se convirtiera en colega del emperador Gordiano III y, finalmente, llevó al asesinato de este último. Tras su magnicidio, Filipo asumió el cargo de emperador.